La violencia contra niñas y mujeres sigue siendo un problema persistente que adopta muchas formas, incluidas la explotación y el abuso sexual, incesto, prostitución, prácticas tradicionales dañinas como la mutilación genital entre otras.
La violencia en el hogar, especalmente de parte del marido, es quizá la forma más generalizada de violencia contra la mujer.
Según el informe sobre el Desarrollo Mundial del Banco Mundial, la violencia en el hogar culminan en la pérdida de más de años de vida saludable, entre las mujeres de 15 a 44 años de edad, que el cáncer mamario, el cáncer del cuello del útero, el parto obstruido, la guerra o los accidentes de tránsito.
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